Como quiropráctica, mi pasión era ayudar a las personas a eliminar la interferencia en su sistema nervioso para que su energía vital (Shakti) pudiera fluir libremente y el cuerpo pudiera sanarse por sí mismo.

Elegí la profesión quiropráctica porque estaba llena de filosofía que resonaba conmigo en mi núcleo. ¡Tenemos la capacidad de sanarnos a nosotros mismos!

Sentí que había más en la quiropráctica que simplemente un ajuste de 5 minutos de crujidos... y en mi búsqueda, descubrí una modalidad quiropráctica llamada IBG

(Integración Bio-Geométrica)

que se basaba en la filosofía de que cada experiencia que nuestro cuerpo no puede integrar se almacena como un trauma, o energía potencial (energía estancada), hasta que recibí una segunda oportunidad de ser integrado en el sistema. Esa segunda oportunidad es el ajuste. Una vez que la energía potencial es reconocida, puede transformarse en energía cinética (energía en movimiento).

Antes de graduarme de Palmer College of Chiropractic en 2008 magna cum laude, había estudiado una variedad de filosofías orientales y recibido mi certificación como Facilitadora Global para la organización de la Conciencia.